En España tenemos buenos ejemplos (¡muy buenos!) que demuestran cuánto se puede hacer si se quiere. Porque las y los jóvenes, cuando se activan, son los mejores guerreros contra el cambio climático. A continuación te contamos y mostramos algunos de esos buenos ejemplos y las respuestas que dan sus promotores a 4 sencillas preguntas.
Mediante charlas, talleres de reciclaje, de experimentos y de cuidado de plantas, y una jornada de sensibilización sobre los residuos humanos en entornos naturales (recogida de basura incluida), la asociación Camelot ha instruido en el cuidado al medioambiente a jóvenes de entre 6 y 35 años.
¿Por qué te consideras activista contra el cambio climático?
Sencillamente, porque es necesario. Y aunque nuestra generación aún no ha llegado a puestos de poder que afecten en la toma de decisiones para cuidar del planeta a gran escala, tenemos el poder de nuestros actos individuales. Así que, con las pequeñas decisiones del día a día, la concienciación y la educación, contribuimos de la mejor manera que sabemos a mejorar la sociedad.
¿Qué os ha aportado un proyecto como Climate of Change?
Nos ha hecho continuar y mejorar en nuestro trabajo para educar y concienciar a nuestros niños, familias y seguidores en las redes. El cuidado del planeta es una parte imprescindible de nuestro programa educativo, pero los actos dicen más que las palabras e involucrar a nuestros chavales en actividades como la de recoger basura en zonas verdes, que cambian nuestro entorno a un poco mejor, hacen que esos valores se queden más en las conciencias. Así que creemos que será muy positivo para sus desarrollos y para que entiendan que el cambio necesario está en sus manos.
¿Cómo dirías que tu organización ha ayudado a crear un “clima de cambio”?
Somos una asociación abiertamente ecologista, que promulga y educa en esos valores. Enseñamos a nuestros chavales que es necesario, a la par que posible, hacer lo que queramos pero teniendo en cuenta y cuidando el medioambiente. Y como las nuevas generaciones son el futuro, ese es nuestro granito de arena para ayudar al cambio social.
¿Qué le dirías a un/a desconocido/a para convencerle de sumarse a ese “clima de cambio”?
Le diría que no tenemos más que un planeta. Debemos cuidarlo, no solo por la biodiversidad, las futuras generaciones, etc., también por nosotros mismos. Estamos siendo testigos de los efectos que tiene el cambio climático (la desertificación, la polución, la alteración de los ecosistemas…). Todo eso ya está afectando a la salud de millones de personas y no podemos detenerlo solo a base de sentirnos culpables un rato. Debemos posicionarnos, darle la importancia que se merece y jugar todas las cartas que tengamos en nuestra mano para frenarlo.
¡Bien de actividades realizaron nuestras compañeras de La Fábrica con su proyecto “Piensa en verde”! Visionado y posterior discusión de documentales sobre las consecuencias del cambio climático; grabación de retos propuestos en redes sociales; recogida de residuos en los márgenes de un embalse; talleres de reciclaje: de ropa para crear disfraces de Halloween; de madera, plástico y papel para crear arbolitos de navidad e instrumentos musicales navideños; y una “yincana verde” para llevar a la práctica los contenidos aprendidos en estos talleres y retos.
¿Por qué te consideras activista contra el cambio climático?
Nos consideramos activistas por haber puesto nuestro granito de arena en la concienciación y “cambio de chip” en la lucha contra el deterioro de nuestro planeta. Creemos haber contribuido a abrir los ojos a un colectivo tan importante como la juventud sobre la necesidad de cuidar nuestro planeta y de transmitir el mensaje de que aún estamos a tiempo de actuar sobre el futuro de nuestro hogar, la Tierra.
¿Qué os ha aportado un proyecto como Climate of Change?
Nos ha brindado la oportunidad de aprender, investigar y compartir opiniones con nuestros chicos sobre la sostenibilidad del planeta. En contra del mensaje catastrofista que emana de la sociedad en relación al futuro del planeta, hemos asistido a toda una lección de positivismo por parte de los participantes del proyecto. En cada una de las actividades que hemos planteado, nos ha sorprendido la actitud con la que los chicos se enfrentan a los retos y se convierten en focos de transmisión de buenos hábitos: llegaban a las actividades como meros espectadores y salían de ellas como auténticos activistas.
¿Cómo dirías que tu organización ha ayudado a crear un “clima de cambio”?
A través de medidas simples como concienciar sobre la reducción de los residuos, la necesidad del reciclaje, el ahorro de recursos y de energía, etc. Hemos tratado de incidir en pequeñas acciones, fáciles de incorporar en los hábitos diarios, que contribuyen a la sostenibilidad del planeta. El mensaje que hemos tratado de inculcar a los chicos es que el cuidado de la Tierra no recae sobre los gobiernos o las grandes empresas, sino que es una responsabilidad de cada uno de nosotros, los habitantes del planeta.
¿Qué le dirías a un/a desconocido/a para convencerle de sumarse a ese “clima de cambio”?
Le diría “Piensa en verde”.
El proyecto de Karmala Cultura, en La Palma (Canarias), consistió en una serie de talleres sobre los ODS ligados al medioambiente. Realizaron un retiro en la naturaleza para conocer los puntos de vista e inquietudes de las y los jóvenes de la isla. También se hicieron talleres de artivismo: uno de instrumentos musicales a partir de materiales reciclados y otro llamado “Repensar la plaza”. ¡Buenos ejemplos!
¿Por qué te consideras activista contra el cambio climático?
Siempre hemos considerado importante brindar espacios para crear conciencia sobre diferentes temáticas. Trabajamos con jóvenes y los empujamos a tener una visión crítica sobre cómo se toman decisiones dentro de su territorio. Dentro del grupo de jóvenes una de las principales preocupaciones es el futuro de su territorio. Canarias, que es un territorio conocido por su diversidad natural, se ve cada vez más amenazada por las construcciones que destruyen ecosistemas enteros solo para destinarlo al turismo. Playas, senderos y espacios protegidos están cada vez más afectados por la suciedad debido a las visitas masivas.
¿Qué os ha aportado un proyecto como Climate of Change?
La oportunidad de conocer la inquietud de los jóvenes de la isla hacia su territorio, ofrecerles un espacio para poder llevar a cabo proyectos personales y conectar con otras asociaciones del archipiélago que trabajan en el cuidado de los océanos y la limpieza de las costas. Además de conocer la realidad de otros compañeros que han vivido en primera persona las consecuencias del cambio climático.
¿Cómo dirías que tu organización ha ayudado a crear un “clima de cambio”?
Siempre que se brindan espacios a la juventud para poder liderar iniciativas se abren caminos para crear conciencia. Se notó una muy buena recepción de parte del grupo.
¿Qué le dirías a un/a desconocido/a para convencerle de sumarse a ese “clima de cambio”?
Crea espacios para escuchar las inquietudes de los jóvenes y aporta herramientas para que desarrollen sus proyectos y dar a conocer lo que piensan. El futuro está en la juventud, el planeta les queda a ellas y ellos.
Desde Shuk crearon un portal web de comercio electrónico para el consumo consciente. Con el objetivo de visibilizar problemáticas concretas y redirigir el consumo para fortalecer las iniciativas de autogestión y organizaciones locales en la Comunidad de Madrid.
¿Por qué te consideras activista contra el cambio climático?
Porque estamos trabajando para reducir el colapso climático desde las pequeñas acciones ¡solo con un click! Y buscamos que los activistas por el cambio climático sobrevivan y lleguen a fin de mes para continuar con su activismo.
¿Qué os ha aportado un proyecto como Climate of Change?
Ha validado una idea que parecía inalcanzable. Con su apoyo hemos comenzado a creer que trabajar por un proyecto de grandes dimensiones merece la pena y que encontraremos muchos otros grandes apoyos en el trayecto.
¿Cómo dirías que tu organización ha ayudado a crear un “clima de cambio”?
Ha proporcionado a profesionales un proyecto de futuro en el cual implicarse y poner las fuerzas necesarias para que EL CLIMA CAMBIE a través de acciones planteadas a largo plazo.
¿Qué le dirías a un/a desconocido/a para convencerle de sumarse a ese “clima de cambio”?
Si tienes una idea, por pequeña que sea, que vaya a ayudar a reducir el colapso climático, debes ponerla en marcha, porque el momento de actuar es ahora ¡y no estarás sola en el camino! Muchas podemos creer en ti.
Otro de los buenos ejemplos es el proyecto de Urban Green Club “Granada frente al cambio climático”. Ha consistido en acciones de formación y sensibilización para jóvenes en las que se daban a conocer algunos de los principales problemas del cambio climático y también en la promoción de la agroecología urbana como solución participativa para la mitigación de la problemática ambiental.