Escrito por Moha Gerehou.
La distancia que separa Nairobi, la capital de Kenia, y el condado de Baringo, más hacia el noroeste del país, supera los 300 kilómetros, algo más de cinco horas en furgoneta en las que se atraviesa la línea del Ecuador. Allí, en ese territorio, se encuentra el Lago Bogoria, una fuente de vida que se conoce por los flamencos que lo transitan majestuosamente, las aguas termales que contiene y por la volatilidad del caudal del lago a causa del clima.
A unos kilómetros del enclave, de camino al pueblo de Marigat, se encuentra la empresa Rabai Honey Refinery, una compañía que procesa y vende miel en la zona, uno de esos productos que por sus características consigue mantenerse pese a las continuas sequías que azotan el área.
Tras una visita formal a las instalaciones de la refinería por parte del grupo Climate of Change, tuvimos la oportunidad de charlar muy brevemente con Carolyne Kimetto, graduada en Ciencias que trabaja en la empresa. Carolyne Kimetto conecta a los agricultores de la zona con los servicios de la refinería, contribuyendo económicamente al desarrollo de la comunidad. Conversamos con ella sobre su trabajo, los retos a los que se enfrentan y cómo los efectos del cambio climático tienen consecuencias en su desempeño.
Cuando llego a la refinería, hay un montón de tareas que hacemos, dentro de un calendario. A veces, me dedico a la producción de todo el material que utilizamos durante el día. A veces, hago la limpieza. Otras, el procesamiento de la miel. No hago exactamente lo mismo todos los días.
Tengo un graduado en Ciencias, pero llevo mucho tiempo trabajando en la comunidad. Mi tarea aquí es conectar la refinería con los agricultores de la zona. Estamos en tiempos de renovación. Es una oportunidad para la que estudié.
Sí, el cambio climático es un gran problema, especialmente en esta zona. Baringo es conocida por ser una de las regiones de asfalto de Kenia. Es muy seca. La mayoría de los meses del año Baringo está seco. Así que el clima ha afectado realmente a este lugar con la sequía e, incluso, en los niveles de pobreza, que han subido porque la gente no tiene nada que hacer, no tiene ninguna actividad económica. No pueden dedicarse a la agricultura ni tener ganado debido a la sequía. Sí, es un gran problema.
Sí, la mayoría se va a las partes más cercanas porque, si escuchas las noticias sobre Baringo, hablan de muchos robos de ganado y peleas porque la gente está buscando pastos más verdes y lugares donde llevar su ganado. Debido a la sequía, luchan por hacerse con la tierra porque necesitan pastos y agua. Los que tienen dinero se han ido a las zonas urbanas y a las partes altas de Baringo, como Eldama Ravine. La situación no es buena.
Tenemos buenos apicultores, pero a veces aparecen estafadores que nos traen una miel que no es tan buena, a la que añaden un poco de agua o azúcar, así que no es de buena calidad. Pero tenemos la suficiente experiencia para detectarlo a tiempo.
Aprecio el trabajo que hago y estoy feliz porque siento que mi pasión es servir a la comunidad. Y cada vez que veo que estoy mejorando la vida de otras personas, me siento bien. Esta refinería ha ayudado a mantener la vida de mucha gente porque proporcionamos colmenas y compramos miel, así que la gente recibe el dinero y llega a poseer algo. Es un placer cuando veo que la gente progresa y es feliz, ese es el mayor éxito. Y ha creado oportunidades de empleo para la gente de los alrededores, como nosotros, aunque sea con un trabajo ocasional. Empleamos a la comunidad porque de nosotros dependen granjeros y vecinos. Sí, realmente sostenemos a la comunidad.
Moha Gerehou nació en Huesca en 1992, con orígenes en Gambia, de donde sus padres emigraron hace más de treinta años. En Madrid se formó como periodista y entró en eldiario.es, donde gestiona las redes sociales y crea contenido relacionado con el racismo y las migraciones. Militó durante varios años en SOS Racismo Madrid, donde llegó a ser presidente (2016-2018). Participó en el libro colectivo Lost in Media: Migrant Perspectives and the Public Sphere. Además, es orador en los campus de las universidades de Siracusa y de Stanford en Madrid y es autor del monólogo Cómo sería mi vida si fuera un negro de película, donde pone en evidencia los estereotipos raciales sobre la población negra que consumimos en películas, series, anuncios y fotografías, desmontándolos desde el humor, la ironía y la crítica.