“Se puede ver cómo el clima está cambiando por la destrucción de los bosques, pero a nadie le importa”

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Escrito por Moha Gerehou.

En verano de 2022 la comunidad Ogiek, a la que pertenece Judi Nagol, asentada en el emblemático bosque keniano Mau Forest, recibió una sentencia favorable de la Corte Africana. Sentencia que obliga al Gobierno del país a reparar a este comunidad por las injusticias históricas que ha vivido. Una lucha de décadas por un territorio donde los intereses económicos chocan con el derecho a la vida y que defienden, entre otros, Judi Nagol, líder y formadora de mujeres y niñas de los Ogiek.

En Kenia, un país que reverencia la figura de Wangari Maathai, la líder ecologista que se convirtió en la primera mujer africana en alzarse con el prestigioso Premio Nobel de la Paz, no es de extrañar la presencia de mujeres líderes al frente de la resistencia de los territorios y las soluciones al cambio climático. Dentro de la comunidad Ogiek asentada en el Mau Forest, uno de los bosques más importantes del país y símbolo de la lucha entre el derecho a la vida en estos entornos naturales y el interés gubernamental y económico en tiempos de crisis climática, las mujeres ejercen un papel de liderazgo en diversos ámbitos.

Por el momento, los Ogiek han resistido, no sin ver mermada su población y sus fuerzas cada año, consiguiendo victorias como la reciente sentencia del verano de 2022 de la Corte Africana que obliga al Gobierno keniano a compensar con una reparación económica a los Ogiek por varias injusticias históricas, un paso más de una batalla a la que le quedan aún capítulos por delante.

Una de las participantes en ese proceso judicial es Judi Nagol, líder de la comunidad Ogiek y formadora de mujeres en su comunidad, que aceptó transmitir su conocimiento dentro del proyecto Climate of Change y que dejó la mejor presentación de todo el viaje a Kenia.

Mujeres de la comunidad Ogiek explicando su historia.

¿Cómo te llamas y dónde estamos?

Me llamo Judi Nagol y vengo de la comunidad Ogiek. Soy madre soltera. Estamos en el condado Narok Norte. Somos casi 1.500 miembros de familia aquí. Nos dedicamos a la apicultura, incluso a la siembra de cultivos porque todo está cambiando en esta vida. Antes éramos cazadores y recolectores. Pero hoy en día las cosas han cambiado debido a cómo va el mundo. Al mismo tiempo, somos amigos de los bosques. Cuidamos del medioambiente. Enseñamos a nuestra gente la importancia de los árboles y del trabajo. 

Los Ogiek dependemos de este bosque por las hierbas, por la miel, la medicina que obtenemos del bosque. No podemos prescindir del bosque porque usamos la madera para construir casas. Aquí cada uno hace su trabajo. A mí me gusta formar a las mujeres y empoderarlas sobre el bosque, la educación, el estilo de vida… porque no podemos hacerlo sin la educación. 

Pero, debido a los desafíos que tenemos aquí, no podíamos ir a la escuela porque migramos de un lugar a otro siguiendo las estaciones. Tenemos unas tierras altas y llanuras, y cuando llueve emigramos a esas zonas. Vamos rotando por el bosque, con nuestros animales.

¿Cuáles son los retos a los que os enfrentáis?

Judi Nagol: Tenemos miel, pero no tenemos un mercado. Además hay malas carreteras, no podemos comunicarnos. Incluso ir al hospital es un problema por dónde estamos, debido a las montañas. Cuando llueve, no podemos ir al hospital. A veces, utilizamos burros o a otras personas para transportar a los que están en peligro.

No hay mercados, no hay fondos. Las carreteras son malas. No hay hospital aquí. Las escuelas están muy lejos de nuestra comunidad. La mayoría de los niños no pueden ir a la escuela por todos estos desafíos. Pasa con los niños con alguna discapacidad. No tenemos escuelas especiales aquí en Narok. Incluso en este país hay pocas escuelas, así que la mayoría de los niños se quedan en casa o abandonan los estudios debido a estos problemas. Es nuestro principal problema. Si podemos conseguir que nos ayuden, ya sea con un hospital o patrocinando a los niños que lo necesitan… Solían hacerlo bien pero no alcanzan sus objetivos por todos los desafíos que hay.

¿Cómo lográis mantener esta energía de lucha a través de las generaciones?

Judi Nagol: Les entrenamos. Es lo que yo hago ahora como persona mayor. Si llegas a los 45 años, ya eres una persona mayor. Seleccionamos a líderes de equipo dentro de la juventud, las mujeres y los líderes de opinión para que puedan formar a la juventud y conseguir un futuro mejor.

Una de las líderes de la comunidad Ogiek junto a Phyllis, de Terra Madre.

¿Y tienen algún apoyo en Kenia para tu comunidad?

Judi Nagol: No tenemos ningún apoyo de este país porque somos la comunidad más pequeña. Nadie nos reconoce. Dependemos de la mayoría. No podemos cumplir con lo que planean para nosotros. No podemos.

Hemos hablado anteriormente con otra comunidad Ogiek que nos habló del proceso judicial contra el Gobierno de Kenia. ¿Cómo avanza eso?

Judi Nagol: Hemos estado luchando, yo soy una de los defensoras. Hemos llegado a la Corte Africana por nuestra gente para evitar ser desalojados de este bosque. Somos el grupo de amigos del bosque. Pero nos ha afectado y nadie se preocupa porque somos una comunidad muy pequeña. Nadie nos apoya. Hemos sido discriminados porque no nos apoyan ni tenemos a nadie en el Parlamento que lleve nuestras voces. Luchamos solo nosotros mismos con nuestros buenos deseos. Si conseguimos que más gente nos apoye, podremos volver a casa.

En nuestro grupo hablamos del cambio climático. ¿Cómo afecta esto a vuestro día a día en esta comunidad?

Judi Nagol: Se puede ver cómo el clima está cambiando por la destrucción de los bosques, pero a nadie le importa. El Gobierno dice que lo hará pero no se lo toman en serio. Incluso la lluvia. Ya no llueve como antes porque el clima está cambiando.

Han destruido el bosque y ahora estamos plantando, pero los árboles tardarán mucho en regresar. Las cosas están cambiando, pero a nadie le importa, como con los Ogiek. Si plantamos árboles y la gente se lo toma en serio, el clima mejorará. Hasta los animales que solían migrar de Kenia a Tanzania, siguen aquí y estamos mejor porque estamos cerca del bosque y son tierras altas. Pero, allí abajo, la gente está llorando, sin agua y sin comida por culpa del clima.

El grupo de Climate of Change en el Mau Forest.

¿Qué lecciones puede dar a la gente de Europa en la lucha contra el cambio climático?

Judi Nagol: Formar a nuestra gente, venir y apoyarles para que puedan enseñar la importancia de plantar los árboles para que las cosas vuelvan a ser como antes. Si nos apoyan sinceramente, formaremos a nuestros niños pequeños para que cuiden del bosque, para que las cosas vayan bien. Necesitamos el apoyo para que nuestra gente pueda conocer la importancia de plantar y trabajar en el cuidado de los árboles y no puedan ser destruidos por la gente o los animales.


Biografía del autor

Moha Gerehou nació en Huesca en 1992, con orígenes en Gambia, de donde sus padres emigraron hace más de treinta años. En Madrid se formó como periodista y entró en eldiario.es, donde gestiona las redes sociales y crea contenido relacionado con el racismo y las migraciones. Militó durante varios años en SOS Racismo Madrid, donde llegó a ser presidente (2016-2018). Participó en el libro colectivo Lost in Media: Migrant Perspectives and the Public Sphere. Además, es orador en los campus de las universidades de Siracusa y de Stanford en Madrid y es autor del monólogo Cómo sería mi vida si fuera un negro de película, donde pone en evidencia los estereotipos raciales sobre la población negra que consumimos en películas, series, anuncios y fotografías, desmontándolos desde el humor, la ironía y la crítica.

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