Juventud española y crisis ecológica: el segundo problema más grave

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¿Cómo ve la juventud española la crisis climática? Una encuesta realizada en el marco del proyecto europeo #ClimateofChange da a conocer las actitudes de jóvenes europeos ante la crisis ecológica. En el caso de España, es evidente la preocupación de los jóvenes por el medioambiente.

El objetivo del proyecto europeo, financiado por la Unión Europea, es informar y concienciar a los jóvenes sobre las consecuencias del calentamiento global y el nexo con las migraciones. También, ofrecerles herramientas de incidencia como campañas y acciones en defensa de un modelo más sostenible.

Juventud española y crisis ecológica: actitudes ante el cambio climático

La encuesta ha sido realizada a jóvenes europeos entre 15 y 35 años en 23 países. Se ha medido su comprensión y actitud hacia el cambio climático, la migración y el modelo económico actual. Según la encuesta, en España siete de cada diez jóvenes (71 %) están muy o extremadamente preocupados por el cambio climático, superando la media europea (46 %). Por detrás de la situación económica y el desempleo, sitúan a la crisis ecológica como el segundo problema más grave al que se enfrenta el mundo. Además, el 83% cree que los hábitos de consumo no son sostenibles.

La juventud española da gran importancia a la lucha contra el cambio climático a la hora de elegir líderes políticos. Así lo afirma la encuesta al revelar que tres cuartas partes han votado o votarían a políticos que den prioridad a la lucha contra el cambio climático. Los jóvenes encuestados también muestran su disconformidad con la economía española, pues el 77% piensa que solo favorece a los ricos.

Rumbo a una economía del bienestar

En el marco de este mismo proyecto también se ha elaborado el informe “Hacia una economía del bienestar que sirva a las personas y a la naturaleza”, que reivindica la necesidad de construir un entorno socialmente justo y ecológicamente sostenible.

El informe identifica las tres causas principales de la crisis multidimensional actual: injusticias entre países y dentro de ellos, la creciente desigualdad social, económica y política, concentración de poder, y una fijación y dependencia estructural del crecimiento económico.

El informe proporciona un plan para la transición a una economía de bienestar basada en tres pilares principales. Estos pilares son: el desmantelamiento de las estructuras explotadoras, la democratización de la gobernanza económica y la degradación de la economía.

Crisis ecológica y desigualdades económicas

Los países con mayor riqueza acumulan una mayor huella ecológica, así lo demuestran los datos proporcionados por el informe. La desigualdad económica está directamente relacionada con la crisis ecológica.

Los países del Norte tienen especial responsabilidad y deben contribuir en mayor medida en el proceso de transición ecológica. Siendo el 10% de la población, son responsables del 52% de las emisiones de carbono emitidas entre 1990 y 2015.

“Dentro de este grupo, el 1% más rico (alrededor de 63 millones de personas) fue responsable del 15% de las emisiones acumuladas y del 9% del presupuesto de carbono: el doble que los más pobres, la mitad de la población mundial (unas 3.100 millones personas)”

La dimensión de género del sistema económico

El actual sistema de agricultura industrial daña extremadamente el medio ambiente y perpetúa las diferencias sociales. Por ejemplo, en España, las mujeres migrantes que trabajan en la producción de fresas se enfrentan, además de a unas condiciones laborales pésimas, a todo tipo de violencia sexual.

“Las normas patriarcales profundamente arraigadas significan que el impacto es más severo sobre las mujeres, en particular las racializadas y en situación de pobreza”

Por ello, reclamamos una transición ecológica que permita afrontar el calentamiento global y la crisis climática en la que nos encontramos inmersas. Demandamos además, protección a las personas más vulnerables en contexto de crisis climáticas, especialmente a mujeres de países del Sur Global. De igual manera, es necesario que las empresas gestionen su actividad hacia un modelo más sostenible con el medio ambiente y respetando los derechos humanos.

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